Una de las particularidades del mercado discográfico brasileño que más sorprende al público foráneo es la presencia en las listas de ventas musicales de los sacerdotes católicos. El primero en batir récords con sus discos fue el padre Marcelo Rossi, un armario humano de 196 centímetros que hace diez años se convirtió en una estrella mediática al vender más de tres millones de copias de un disco titulado Músicas para louvar o Senhor . Su mezcolanza de mensaje cristiano con ritmos pop combina letras de mensaje evangélico como «el Señor tiene muchos hijos» con otras de intención más bailonga del tipo «brazo derecho / brazo izquierdo / pierna derecha / pierna izquierda / mueve la cabeza / da una vuelta».
Antes de ordenarse sacerdote a los 28 años, Marcelo Rossi era un profesor de gimnasia con músculos de acero y fan de las películas de Bruce Lee, pero la muerte de un familiar provocó que cambiase las pesas por el altar. Diez años después de sus primeros éxitos, el padre Rossi sigue liderando las listas de ventas del 2007 y el 2008, aunque las estadísticas de la Asociación Brasileña de Productores de Discos señalan el éxito de otro sacerdote llamado Fabio de Melo, cuyo álbum titulado Vida desplazó de la primera posición al disco de Rossi Paz sim, violencia nao . El liderazgo de los dos curas no se limitó al mercado del cedé, sino que sus deuvedés también fueron los más vendidos en el 2007 y 2008. (LA VOZ DE GALICIA)
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