Buenos días, ¡qué alegría estar aquí con Vds.!
¿Quiénes de Vds. estaban en Colonia?... ¿Quiénes estaban en Sydney? ¿Quiénes van a estar en Madrid?... ¡¡¡Bravo, bravo…!!! Entonces los que estábamos en Colonia y en Sidney nos acordamos de algo, nos encontramos con el Señor Jesús y con el apóstol Pedro que nos dijo:
“que cada uno con lo que ha recibido se ponga al servicio de los demás, los dones no son para esconderlos sino para servir están. Oigo tu voz dentro de mí que llama, ¿a quien envío? ¿quién de mi parte irá?. La mies es mucha, los obreros son pocos; yo quiero ir, envíame a mí…”
Es lo que estamos haciendo, queremos servir, servir a los jóvenes. Creo que es importante saber dónde estamos. Vds. me dirán inmediatamente que en Santiago de Compostela, ciertamente. Este lugar cuenta en la historia del Cristianismo y en la historia de España porque aquí está la huella de una persona que no se conformó con el seguimiento de Cristo. No se conformó con la imitación de Cristo, quiso llegar a configurarse con el Señor. Cuando tenemos un ordenador decimos que tenemos que formatearlo, cada seguidor de Cristo tiene que configurarse con Él. Después de evangelizar España, Santiago regresó a Palestina donde fue asesinados Sus discípulos recuperaron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia en una barca milagrosa guiada solamente por Dios. Se cuenta que su cuerpo fue enterrado en el antiguo palacio de Lupa, que fue convertido en iglesia.
La tumba de Santiago apóstol fue olvidada por más de 800 años. Bajo el reinado de Alfonso II, un ermitaño llamado Pelagio recibió en una visión el conocimiento del lugar donde estaban los restos del apóstol; el campo donde yacía la tumba escondida se llenó de una luz brillante y desde entonces se le conoce como campo de estrella, Compostela.
El hallazgo de la tumba ocurre en un momento muy importante porque los cristianos estaban abatidos y la fe cristiana corría el peligro de acabarse y entonces viene aquella lucha grande en el cual los apoyó el auxilio de María santísima. El obispo de Iria Flavia, después de investigaciones, declaró que eran verdaderamente los restos y la tumba del apóstol Santiago los que están aquí donde estamos. Por eso estamos aquí y queremos estar aquí como amigos de Jesús configurados con Jesús.
La propuesta que les quiero hacer no es solamente la ruta de Santiago, esa ya la hicieron, sino otra más profunda. No se trata simplemente de un seguimiento de Cristo, tampoco de una simple imitación de Cristo, el verdadero camino, la verdadera ruta para los jóvenes de hoy es la CONFIGURACIÓN con Cristo.
¿Qué significa esto? Quiero pedirle a uno de Vds. tenga la bondad de proclamar un texto del evangelio de san Lucas 6, 12-19:
“Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas Tadeo, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos”.
Simon, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Simón el celote, Judas Tadeo, Judas Iscariote… nombres concretos, personas concretas porque el Señor sigue llamando hoy también: Mariví, Zaqueu , Ana, Luis Antonella Michelle, Alexandra, Anthony, Carmen, Edwin, Julia, Marcos y otros tantos de Vds. que están aquí. El Señor sigue llamando. Iluminados por esa lectura del evangelio repasemos los nombres, escudriñemos las vidas de aquellos que se decidieron a recorrer no el camino de Santiago sino el camino de configuración con Cristo.
Luego de varias jornadas en las sinagoga participando muchísima gente, Jesús sube a la montaña a orar. El silencio de la montaña especialmente de noche es el lugar apropiado para el encuentro con Dios, así lo hizo Moisés, así lo hace Jesús para reflexionar con su padre y por eso va a una montaña a orar y pasa la noche en oración a Dios.
Primer elemento: hace ya bastantes años yo estaba administrando una diócesis del norte de Honduras, y un grupo de chicos y chicas de un colegio católico me pidieron que yo les diera un retiro espiritual y yo les dije que con mucho gusto y de veras que lo pasamos muy bien. En cierto momento les hice tres preguntas: 1ª ¿Cuánto tiempo estudian a la semana? La respuesta, el promedio más alto era de 5 horas a la semana.
2ª pregunta: ¿Cuánto tiempo oran a la semana? No las oraciones q hacen en el colegio sino la oración personal; el promedio más alto era de 20 minutos a la semana, ni tres minutos diarios.
3ª pregunta. ¿Cuánto tiempo ven televisión a la semana? En aquel tiempo no había ordenadores, no había Internet. El promedio más bajo era de 40 horas a la semana.
Entonces les dije: “vamos a sacar las conclusiones”:
1ª. Quítense el nombre de estudiantes, Vds. no son estudiantes, son aficionados y de los malos…; cómo creemos que un joven que no estudia ni una hora diaria se puede llamar estudiante?...
2ª conclusión: Dios no les interesa. Me dijeron sí, sí que nos interesa, y les digo ¡Noo! Vayan a ver si un chico llama a su chica y le dice tres minutos al día, no ¿verdad?... me queda decirte te quiero y venga teléfono, teléfono y teléfono. Entonces ciertamente también hoy tenemos que examinar el tiempo que oramos en oración personal. Ya hemos visto cómo el Señor Jesús pasaba las noches orando.
Pero la tercera conclusión fue la mas dura: ¿Quién nos está evangelizando o des-evangelizando? ¿Quién nos está educando o des-educando? No es la familia, no es la escuela, no es la iglesia, es la televisión. Y ahora el Internet que tiene cosas muy pero que muy buenas pero también muy pero que muy malas.
Hace años yo estaba en una reunión de jóvenes en una ciudad de Texas que se llama El Paso porque ahí es un paso para ir a Méjico entonces uno de los chicos me preguntó qué podemos hacer con toda la pornografía que está en Internet. Y yo le conteste “ahí tienes la respuesta,… en tu dedito…, con ese dedito tú puedes pulsar una tecla que dice entrada o una tecla q dice ¡fuera!. Depende de ti. Pero me quedó aquella angustia hasta que hemos diseñado (y digo hemos porque lo hemos diseñado como un grupo) un programa para hacer la Lectio divina, la lectio orante de la biblia en el ordenador, y el programa se llama “Los lectionautas”, los que navegan con la Lectio divina por el ordenador y esto es importante para que nos alimentemos de la Palabra y podamos ciertamente configurarnos con el Señor Jesús.
Pero sigamos nuestro camino. Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos y eligió a 12 de ellos, a los que les dio el nombre de apóstoles…
Al elegir Jesús a estos 12 amigos íntimos como sus discípulos pone unos cimientos de una nueva casa, de un nuevo pueblo de Dios y esos discípulos lo van acompañar y van a comprender el modo de vida de su maestro y le van a dar apoyo y le tendrán fe y le entregarán su adhesión total par ser los enviados y continuar la misión que ya lleva 21 siglos. Fíjense cómo el Señor Jesús no es un personaje del pasado, no es una momia que podemos visitar en el museo, no es una doctrina, es una persona y como nos dice la Carta a los Hebreos: “Siempre VIVO intercede por nosotros”.
¿Por qué estamos aquí? Porque queremos no sólo pedir al señor Jesús sino que queremos configurarnos con Él y estos doce no fueron los únicos sino que el Señor sigue llamando. Debemos dejar de hacer muchas cosas para orar y darle a Jesús el tiempo que le corresponde para q así podamos conocerle.
Vds se recuerdan o quizás no se recuerden cuando aprendieron lo primero del catecismo; nosotros aprendíamos con una pregunta ¿Quién nos ha creado? La respuesta: nos ha creado Dios. Segunda pregunta: ¿para qué nos ha creado Dios?, para conocerle, amarle y servirle en esta vida y luego gozarle en la vida eterna. Son tres verbos bien importantes; no podemos amar si no conocemos y no podemos servir si no amamos.
¿Conocemos al Señor Jesús? Si no le conocemos cómo vamos a amarle y cómo le vamos a conocer?. EL nos dejó su santa Palabra, por eso hemos escuchado ese texto del evangelio, por eso Vds., mis queridos jóvenes, cada día tienen que tratar de alimentarse con la Palabra de Dios no sólo con el buen cereal que comen en el desayuno. Tenemos que alimentarnos con la Palabra de Dios y con el Pan de Vida, con la santa Eucaristía y así conocer a Jesús para poder amarlo; y el que ama sabe que tiene que servir.
Por eso el acercamiento con el Señor Jesús le hacía a estos apóstoles tanto bien. Oímos en ese texto que todos se acercaban a Él. Estar cerca de Jesús les daba paz, les daba alivio para sus dolencias, fueran físicas o espirituales, y el Señor Jesús lo hacia con todos, con todo tipo de personas. A ninguno le preguntaba si era judío, si era de otra religión, solo le preguntaba ¿tienes sed? El Señor Jesús, no le voy a faltar al respeto, es un loco de amor por la humanidad y por cada uno de nosotros y nos lo da todo, todo.
¿Quiénes de Vds. estaban en Colonia?... ¿Quiénes estaban en Sydney? ¿Quiénes van a estar en Madrid?... ¡¡¡Bravo, bravo…!!! Entonces los que estábamos en Colonia y en Sidney nos acordamos de algo, nos encontramos con el Señor Jesús y con el apóstol Pedro que nos dijo:
“que cada uno con lo que ha recibido se ponga al servicio de los demás, los dones no son para esconderlos sino para servir están. Oigo tu voz dentro de mí que llama, ¿a quien envío? ¿quién de mi parte irá?. La mies es mucha, los obreros son pocos; yo quiero ir, envíame a mí…”
Es lo que estamos haciendo, queremos servir, servir a los jóvenes. Creo que es importante saber dónde estamos. Vds. me dirán inmediatamente que en Santiago de Compostela, ciertamente. Este lugar cuenta en la historia del Cristianismo y en la historia de España porque aquí está la huella de una persona que no se conformó con el seguimiento de Cristo. No se conformó con la imitación de Cristo, quiso llegar a configurarse con el Señor. Cuando tenemos un ordenador decimos que tenemos que formatearlo, cada seguidor de Cristo tiene que configurarse con Él. Después de evangelizar España, Santiago regresó a Palestina donde fue asesinados Sus discípulos recuperaron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia en una barca milagrosa guiada solamente por Dios. Se cuenta que su cuerpo fue enterrado en el antiguo palacio de Lupa, que fue convertido en iglesia.
La tumba de Santiago apóstol fue olvidada por más de 800 años. Bajo el reinado de Alfonso II, un ermitaño llamado Pelagio recibió en una visión el conocimiento del lugar donde estaban los restos del apóstol; el campo donde yacía la tumba escondida se llenó de una luz brillante y desde entonces se le conoce como campo de estrella, Compostela.
El hallazgo de la tumba ocurre en un momento muy importante porque los cristianos estaban abatidos y la fe cristiana corría el peligro de acabarse y entonces viene aquella lucha grande en el cual los apoyó el auxilio de María santísima. El obispo de Iria Flavia, después de investigaciones, declaró que eran verdaderamente los restos y la tumba del apóstol Santiago los que están aquí donde estamos. Por eso estamos aquí y queremos estar aquí como amigos de Jesús configurados con Jesús.
La propuesta que les quiero hacer no es solamente la ruta de Santiago, esa ya la hicieron, sino otra más profunda. No se trata simplemente de un seguimiento de Cristo, tampoco de una simple imitación de Cristo, el verdadero camino, la verdadera ruta para los jóvenes de hoy es la CONFIGURACIÓN con Cristo.
¿Qué significa esto? Quiero pedirle a uno de Vds. tenga la bondad de proclamar un texto del evangelio de san Lucas 6, 12-19:
“Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas Tadeo, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos”.
Simon, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Simón el celote, Judas Tadeo, Judas Iscariote… nombres concretos, personas concretas porque el Señor sigue llamando hoy también: Mariví, Zaqueu , Ana, Luis Antonella Michelle, Alexandra, Anthony, Carmen, Edwin, Julia, Marcos y otros tantos de Vds. que están aquí. El Señor sigue llamando. Iluminados por esa lectura del evangelio repasemos los nombres, escudriñemos las vidas de aquellos que se decidieron a recorrer no el camino de Santiago sino el camino de configuración con Cristo.
Luego de varias jornadas en las sinagoga participando muchísima gente, Jesús sube a la montaña a orar. El silencio de la montaña especialmente de noche es el lugar apropiado para el encuentro con Dios, así lo hizo Moisés, así lo hace Jesús para reflexionar con su padre y por eso va a una montaña a orar y pasa la noche en oración a Dios.
Primer elemento: hace ya bastantes años yo estaba administrando una diócesis del norte de Honduras, y un grupo de chicos y chicas de un colegio católico me pidieron que yo les diera un retiro espiritual y yo les dije que con mucho gusto y de veras que lo pasamos muy bien. En cierto momento les hice tres preguntas: 1ª ¿Cuánto tiempo estudian a la semana? La respuesta, el promedio más alto era de 5 horas a la semana.
2ª pregunta: ¿Cuánto tiempo oran a la semana? No las oraciones q hacen en el colegio sino la oración personal; el promedio más alto era de 20 minutos a la semana, ni tres minutos diarios.
3ª pregunta. ¿Cuánto tiempo ven televisión a la semana? En aquel tiempo no había ordenadores, no había Internet. El promedio más bajo era de 40 horas a la semana.
Entonces les dije: “vamos a sacar las conclusiones”:
1ª. Quítense el nombre de estudiantes, Vds. no son estudiantes, son aficionados y de los malos…; cómo creemos que un joven que no estudia ni una hora diaria se puede llamar estudiante?...
2ª conclusión: Dios no les interesa. Me dijeron sí, sí que nos interesa, y les digo ¡Noo! Vayan a ver si un chico llama a su chica y le dice tres minutos al día, no ¿verdad?... me queda decirte te quiero y venga teléfono, teléfono y teléfono. Entonces ciertamente también hoy tenemos que examinar el tiempo que oramos en oración personal. Ya hemos visto cómo el Señor Jesús pasaba las noches orando.
Pero la tercera conclusión fue la mas dura: ¿Quién nos está evangelizando o des-evangelizando? ¿Quién nos está educando o des-educando? No es la familia, no es la escuela, no es la iglesia, es la televisión. Y ahora el Internet que tiene cosas muy pero que muy buenas pero también muy pero que muy malas.
Hace años yo estaba en una reunión de jóvenes en una ciudad de Texas que se llama El Paso porque ahí es un paso para ir a Méjico entonces uno de los chicos me preguntó qué podemos hacer con toda la pornografía que está en Internet. Y yo le conteste “ahí tienes la respuesta,… en tu dedito…, con ese dedito tú puedes pulsar una tecla que dice entrada o una tecla q dice ¡fuera!. Depende de ti. Pero me quedó aquella angustia hasta que hemos diseñado (y digo hemos porque lo hemos diseñado como un grupo) un programa para hacer la Lectio divina, la lectio orante de la biblia en el ordenador, y el programa se llama “Los lectionautas”, los que navegan con la Lectio divina por el ordenador y esto es importante para que nos alimentemos de la Palabra y podamos ciertamente configurarnos con el Señor Jesús.
Pero sigamos nuestro camino. Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos y eligió a 12 de ellos, a los que les dio el nombre de apóstoles…
Al elegir Jesús a estos 12 amigos íntimos como sus discípulos pone unos cimientos de una nueva casa, de un nuevo pueblo de Dios y esos discípulos lo van acompañar y van a comprender el modo de vida de su maestro y le van a dar apoyo y le tendrán fe y le entregarán su adhesión total par ser los enviados y continuar la misión que ya lleva 21 siglos. Fíjense cómo el Señor Jesús no es un personaje del pasado, no es una momia que podemos visitar en el museo, no es una doctrina, es una persona y como nos dice la Carta a los Hebreos: “Siempre VIVO intercede por nosotros”.
¿Por qué estamos aquí? Porque queremos no sólo pedir al señor Jesús sino que queremos configurarnos con Él y estos doce no fueron los únicos sino que el Señor sigue llamando. Debemos dejar de hacer muchas cosas para orar y darle a Jesús el tiempo que le corresponde para q así podamos conocerle.
Vds se recuerdan o quizás no se recuerden cuando aprendieron lo primero del catecismo; nosotros aprendíamos con una pregunta ¿Quién nos ha creado? La respuesta: nos ha creado Dios. Segunda pregunta: ¿para qué nos ha creado Dios?, para conocerle, amarle y servirle en esta vida y luego gozarle en la vida eterna. Son tres verbos bien importantes; no podemos amar si no conocemos y no podemos servir si no amamos.
¿Conocemos al Señor Jesús? Si no le conocemos cómo vamos a amarle y cómo le vamos a conocer?. EL nos dejó su santa Palabra, por eso hemos escuchado ese texto del evangelio, por eso Vds., mis queridos jóvenes, cada día tienen que tratar de alimentarse con la Palabra de Dios no sólo con el buen cereal que comen en el desayuno. Tenemos que alimentarnos con la Palabra de Dios y con el Pan de Vida, con la santa Eucaristía y así conocer a Jesús para poder amarlo; y el que ama sabe que tiene que servir.
Por eso el acercamiento con el Señor Jesús le hacía a estos apóstoles tanto bien. Oímos en ese texto que todos se acercaban a Él. Estar cerca de Jesús les daba paz, les daba alivio para sus dolencias, fueran físicas o espirituales, y el Señor Jesús lo hacia con todos, con todo tipo de personas. A ninguno le preguntaba si era judío, si era de otra religión, solo le preguntaba ¿tienes sed? El Señor Jesús, no le voy a faltar al respeto, es un loco de amor por la humanidad y por cada uno de nosotros y nos lo da todo, todo.
(continuará...)
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